El dolor de rodillas suele ser una consulta frecuente. Muchas personas escuchan crujidos o sienten dolor al subir escaleras, agacharse o simplemente al caminar. Aunque la mayoría de los casos no representa un problema grave, es importante consultar para identificar una lesión o el desgaste de la articulación.
El sonido de las rodillas, conocido como crepitación articular, puede deberse a distintos factores:
Burbujas de gas en el líquido sinovial: se acumulan y explotan al mover la articulación.
Movimiento de tendones o ligamentos: que rozan con los huesos al flexionar o estirar la rodilla.
Desgaste del cartílago articular: asociado a la edad, sobrepeso o artrosis.
Lesiones previas: como meniscos dañados, inflamación o microtraumatismos deportivos.
Cuando el dolor de rodilla es permanente y afecta el día a día, es recomendable realizarse una resonancia magnética. Este examen es fundamental porque permite visualizar en detalle:
Lesiones de meniscos.
Daños en ligamentos cruzados o colaterales.
Cambios en el cartílago y signos iniciales de artrosis.
Inflamación de tejidos blandos o líquido articular en exceso.
"Gracias a la resonancia magnética podemos observar con gran detalle los tejidos de la rodilla, lo que nos permite identificar desde pequeñas lesiones hasta daños más complejos”, explica el doctor Cristóbal Sánchez, radiólogo musculoesquelético de Clínica Alemana Valdivia.
Además, agregó que es crucial para detectar lesiones en etapas tempranas, antes de que el daño avance a una artrosis. Esta etapa es clave para que el traumatólogo indique el tratamiento más adecuado.
Cuando hablamos de dolor, es necesario consultar con un traumatólogo, quien podrá determinar si esta molestia se produce en los huesos, cartílagos, ligamentos, tendones o meniscos.
Lesiones traumáticas: que pueden generar contusiones, esguinces o fracturas, así como desgarros de ligamentos cruzados o meniscales.
Desgaste articular: como la artrosis que causa un desgaste progresivo del cartílago de la rodilla, provocando dolor.
Sobrecarga o uso excesivo: los movimientos repetitivos, correr largas distancias o trabajos de alto impacto también pueden provocar inflamación de tendones y ligamentos, causando dolor.
Alteraciones inflamatorias: la artritis o la bursitis pueden ser causas de molestias.
Un diagnóstico oportuno con resonancia magnética de rodilla puede marcar la diferencia en tu recuperación y calidad de vida. Cuida tus rodillas y agenda una hora.