El dolor provocado por los cálculos renales es considerado uno de los más intensos. Suele aparecer de manera repentina, localizarse en la zona lumbar y, en muchos casos, irradiarse hacia el abdomen o la ingle. Aunque se asocia con mayor frecuencia a hombres, esta condición puede afectar tanto a hombres como a mujeres.
Los cálculos renales se forman cuando ciertas sustancias presentes en la orina se concentran y cristalizan, dando origen a pequeñas “piedras” que pueden crecer y generar obstrucción en las vías urinarias.
La buena noticia, como nos explica el doctor es que el doctor Christopher Valenzuela, urólogo de Clínica Alemana Valdivia, es que una buena hidratación cumple un factor importante.
La formación de cálculos suele ser el resultado de una combinación de factores que alteran el equilibrio normal de la orina. Entre los más frecuentes se encuentran:
• Baja ingesta de agua
• Orina altamente concentrada
• Consumo elevado de sal
• Dieta rica en carnes rojas
• Sedentarismo
• Sobrepeso u obesidad
Cuando el cuerpo no recibe suficiente agua, la orina se vuelve más concentrada, facilitando que minerales y sales precipiten y formen cristales, que con el tiempo pueden transformarse en cálculos.
“Los cálculos renales están fuertemente asociados a la deshidratación. Una ingesta adecuada de agua diluye la orina y disminuye significativamente la probabilidad de que se formen cristales en las vías urinarias”, agregó el doctor El doctor Christopher Valenzuela.
Los cálculos renales pueden manifestarse de distintas formas, dependiendo de su tamaño y ubicación. Sin embargo, se estima que los síntomas más habituales incluyen:
• Dolor intenso en la zona lumbar
• Dolor que se irradia hacia el abdomen o la ingle
• Náuseas o vómitos
• Ardor o molestias al orinar
• Cambios en el color u olor de la orina
Cabe mencionar que en algunos casos, el dolor aparece de manera brusca y puede ser tan intenso que requiere atención médica inmediata.
El diagnóstico de los cálculos renales se realiza mediante evaluación clínica y exámenes de imagenología como una ecografía o tomografía, que permiten identificar su tamaño y localización.
El tratamiento dependerá de cada caso, pudiendo incluir manejo del dolor, aumento de la ingesta de líquidos, medicamentos o procedimientos especializados cuando los cálculos no se eliminan de forma espontánea.
La prevención cumple un rol clave y considera medidas como:
• Consumir entre 2 y 2,5 litros de agua al día
• Reducir el consumo de sal
• Moderar la ingesta de carnes rojas
• Mantener actividad física regular
• Cuidar el peso corporal