El Ataque Cerebrovascular (ACV), una de las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo, tiene un impacto significativo en la vida de quienes lo padecen y sus familias. En el marco del Día Mundial del ACV, es fundamental recordar la importancia de la prevención y el reconocimiento de los síntomas para actuar de inmediato y reducir sus efectos.
El ACV ocurre cuando se interrumpe el flujo de sangre al cerebro, afectando el suministro de oxígeno y nutrientes que necesita para funcionar. Entre los factores de riesgo principales están la hipertensión, el sedentarismo, el colesterol alto, la diabetes y el tabaquismo. Adoptar un estilo de vida saludable y controlar estas condiciones es esencial para reducir el riesgo de un ACV.
La detección temprana también es clave. Aprender a reconocer los síntomas de un ACV -como la debilidad en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o pérdida de visión- y actuar rápidamente llamando a emergencias puede hacer una gran diferencia en el pronóstico del paciente.
En este Día Mundial del ACV, recordemos la importancia de la prevención y la acción inmediata para cuidar nuestra salud y la de nuestros seres queridos.